El relato de "Praga" es como una fotografía de la ciudad, descrita en sus caracteres de aquel momento. Así pues, conviene precisar que mientras la sensación general en torno a la que gira la narración es sin duda atemporal, la descripción de las imágenes de Praga, todavía con sus Trabant, por ejemplo, hay que situarla en aquel momento entre el colapso soviético y la separación entre la República Checa y Eslovaquia.